martes, 8 de octubre de 2013

Cosmética natural, qué y dónde comprar

Como os contaba hace muy poco, estoy haciendo una cruzada en mi casa contra la cosmética tóxica. A medida que se me acaba un producto, busco el reemplazo por una alternativa más natural.

Empece por el desodorante. Durante el embarazo comenzó a darme alergia y tuve que dejar de utilizarlo. Probé varias marcas, pero mi cuerpo me estaba dando un aviso. Pase por una fase de "desintoxicacion" en la que el olor era desagradable. Pero una vez limpia, el sudor ya no tenía olor fuerte y el desodorante ya no me resultaba necesario. Pensareis que estoy loca, pero probadlo, por ejemplo, durante unas vacaciones en las que no tengais que ir a trabajar. Y luego me contais.

Desodorantes naturales


Despues del embarazo y con el verano, queria poder echarme desodorante de vez en cuando, cuando pasara todo el dia fuera de casa, por ejemplo. Primero probé la piedra natural de alumbre, que se puede encontrar en herboristerias, y tiendas tipo Nature. Y no me gusto. Todo el cajon lleno de sal de alumbre, sucio e incómodo de aplicar. Ahora estoy con un desodorante de una marca llamada Weleda, que quizá conoceis por lad cremas para bebé. Y es eso, un desodorante. Es como una colonia suave, que quita el olor a sudor y deja a cambio un olor agradable (hay de rosa, de limon...). No es un antitranspirante, como los desodorantes en general. Y el porqué esta muy claro. ¿Os imaginais lo que ocurriria dentro de una habitación en la que hay gente y nunca se ventila?. Pues es lo mismo que le ocurre al cuerpo si necesita sudar y no le dejamos. La publicidad nos ha vendido la historia de que ir sin desodorante es antihigiénico, pero precisamente es todo lo contrario.

Campú para el pelo naturales


Lo del champú es algo mas facil. Yo compro en el carrefour una marca llamada Loxine. Tiene un precio algo mayor que el champú normal pero aún razonable. Hay varias marcas que sin ser del todo cosmetica natural ofrecen productos sin parabenos, por ejemplo.
Para la crema de la cara, estoy usando ahora una de Korres. Y a pesar de los problemas que suelo tener para encontrar una que me funcione, esta marca me está funcionando muy bien. Tengo que reconocer que Korres hace unos productos más caros, pero la crema que usaba antes era aún más cara, ya que desgraciadamente mi cara no se conforma con la Nivea, y tengo que desembolsar alrededor de 20 euros por bote.

Pintauñas naturales


Para los pintauñas he descubierto la marca Santé, que tiene una tama de colores relativamente buena, y fabrican los pintauñas sin toluenos. Evidentemente no es lo mismo que no pintarse las uñas, pero si realmente os apetece, hay una alternativa mejor al pintauñas clásico. Para eliminarlo, de momento sigo usando acetona, pero la próxima adquisición será un producto menos agresivo, de la misma marca, para retirar el esmalte. Estos pintauñas los he tenido que comprar por internet, pero el precio ronda los 10 euros, lo mismo que uno normal.
Para los bebes el mercado es mas amplio. La marca Weleda esta un poco mas extendida por las farmacias, y tiene desde crema del pañal hasta pasta de dientes. Para la cara del peque, que con el frio le salen ronchas como a su madre, estoy usando una crema de calendula de la marca Logona que nos va muy bien. Para el cuerpo y para la ducha, hay marcas más comerciales, tipo Mustela, que tienen productos sin parabenos ni ftalatos. Tambien estamos sustituyendo el arnidol por crema de calendula natural (esta me la han regalado, y es artesana), pero supongo que en alguna tienda de cosmetica matural o herboristeria se podrá conseguir.

Hay marcas que siempre las hemos tenido por naturales, pero en relidad no lo son. Si quereis encontrar un producto realmente más natural, buscad el certificado "Eco-Cert". Este os garantiza que se cumplen una serie de estándares para la fabricación y los ingredientes del cosmético.

martes, 1 de octubre de 2013

Cosmética, tóxica?

El otro dia por la mañana descubrí una advertencia en el bote de desodorante que no había descubierto hasta ahora. Dice claramente "Se desaconseja un uso regular en mujeres embarazadas o lactantes". Este descubrimiento me dejó perpleja. Hacía pocos días que lo había comprado para probar, y obviamente no me podía considerar en riesgo, pero me trajo a la cabeza mi cruzada contra la cosmetica tóxica, y recordé que nunca os he mencionado nada de este tema.


No sé como empezó todo, creo que algún dia vi un anuncio que repetia:  "sin parabenos", y me meti en internet a ver que era eso de los parabenos. Estaba embarazada, y todo lo que pudiera ser perjudicial para mi y mi embarazo me empezaba a preocupar. Y llegué a esta página maravillosa de un blog fantastico, "la familia garrapata", que explica con todo detalle que es cada cosa en la lista de ingredientes de nuestros cosméticos. No me voy a repetir aqui ya que con un clic podeis leer su fantastico articulo. Pero os voy a contar un breve resumen:

Los cosmeticos estan llenos de sustancias quimicas que permiten su conservación, la espuma, el olor, la consistencia... Estos ingredientes no son tóxicas en pequeñas cantidades, pero no está tan claro que sean inocuas utilizadas todos los dias, en todos los productos y a largo de toda una vida. Como no hay una regulacion internacional al respecto, el consumidor está bastante indefenso.

Si haceis como hice yo y vais a vuestro baño, comprobareis que vuestros champus, mascarillas, tónicos, cremas, pintauñas, y demas cosméticos, tienen como primeros componentes una serie de productos químicos. Si hay suerte, puede que encontreis  aloe, calendula, aceite de almendras o algo similar a partir del octavo lugar. Siento confirmar que los componentes estan ordenados por cantidad, de mayor a menor, asi que podeis sacar vuestras propias conclusiones.

La mala noticia es que si intentais buscar remotamente un cosmetico totalmente natural no lo encontrareis. Los espumantes y conservantes son inevitables en los productos que se comprar en el supermercado o la farmacia. 

La buena noticia es que un poco es mucho, y unicamente el gesto de comprar un champú con menos químicos que lo habitual ya es bastante. Tampoco se trata de obsesionarse porque no podemos evitar el mundo en que vivimos. Pero está en nuestras manos tomar algunas medidas para reducir la cantidad de quimicos a los que sometemos a nuestro cuerpo, y al de nuestros hijos.

Y la siguiente pregunta es, ¿dónde puedo encontrar productos más naturales? La respuesta próximamente, dejadme que prepare una lista con lo que yo he ido descubriendo, y enseguida os cuento.

Besos desde la jungla

martes, 24 de septiembre de 2013

De niños cariñosos

Como es verano, estamos pasando mucho más tiempo libre con la cuadrilla. Además, el Gorila ya se está haciendo mayor e interactúa más con todo el mundo. Esas dos cosas juntas hacen que mis amigos estén empezando a conocer más al enano, a ver su carácter. Y todo el mundo está alucinado, porque además de risueño y sonriente, se sorprenden constantemente de lo cariñoso que es.

Es cierto, el Gorila es un besucón, sobre todo con las mujeres. Da abrazos a la gente que va conociendo más. Y yo, siempre que me lo dicen pienso: es muy cariñoso porque nosotros somos muy cariñosos con él.

Evidentemente hay niños que son menos dados a mostrar afecto, incluso aunque todo el mundo a su alrededor les colme de mimos. Eso va en el carácter de cada niño. Pero lo que está claro es que los niños no aprenden a ser cariñosos si no somos nosotros cariñosos con ellos primero. Y lo digo porque a veces se nos olvida y no vemos que también está en nuestra mano enseñar a nuestros hijos. Con el ejemplo, claro.

Es una breve reflexión que me viene a la cabeza estos días...

lunes, 16 de septiembre de 2013

Como conoci a Estivill

Fue hace unos cuantos años ya. Yo ni siquiera era madre ni me planteaba serlo. Era una noche como cualquier otra. Aita Gorila y yo dormiamos plácidamente cuando unos gritos nos despertaron. Eran las cuatro de la mañana.

En la jungla de los vecinos, se repetia una escena parecida a otras veces, pero esta vez estaba claro que era la apoteosis final...
Un niño de dos años gritaba a pleno pulmon y daba golpes no sé a que. Pedia a su madre que le perdonara.
La madre enseguida comenzó a gritar desquiciada cosas que parece que mi mente ha decidido olvidar. El padre mediaba defendiendo a la madre.

Los gritos y lloros se sucedieron durante una hora. Yo, con los ojos abiertos mirando en la oscuridad, trataba de entender las frases para saber si debia llamar a la policia. Pensaba que igual tenia que poner una denuncia a los servicios sociales y contarles todo lo que llevaba pasando en esa casa una temporada.
Tras la inevitable calma, amaneció y fui al trabajo un poco angustiada. Durante la comida, no pude evitar contarle mi situación a mis compañeros. No habia explicado ni dos frases cuando un compañero, padre de dos hijos, dijo: " si, si, preguntale a fulano, que sabe de eso..." yo enmudeci mientras fulano me contaba que su hijo era uno de esos niños terribles y que no les habia quedado mas remedio que aplicar el método de un reconocido médico llamado Estivill para reconducir a su hijo.

Pasmada escuché y me pregunté si los servicios sociales realmente tenian que venir a por el vecino y el tal fulano

PD: tiempo despues, siendo ya madre y hablando con otros padres, me he sentido aun peor. En una comida de trbajo con mi marido y las mujeres de sus compañeros, una señora contaba feliz como habia conseguido que su hijo durmiera toda la noche poniendole a su hijo una valla en siu habitacion, diciendole que le queria mucho mientras le limpiaba el vomito a su hijo. En aquella mesa, la gente rió e hizo chanzas del tema. Cuando yo contesté que mi hijo no iba a llorar por la noche ni mucho menos dormir solo con sus cinco meses, nadie me respondió. En una mesa llena de gente, la loca era yo por consolar a mi hijo y la cuerda era la que dejaba a su hijo vomitar de puro estrés.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Soy una mamá viajera

Ahora mismo estoy sentada en un avión, camino de una ciudad del norte de Alemania, comiendo la chocolatina de rigor y aprovechando para trastear en la tablet en estos ratos muertos.

Voy en viaje de trabajo; últimamente la cosa se está volviendo bastante frecuente. Es la tercera vez en estos últimos dos meses. Y no sé si seguirá así el resto del invierno, pero de momento lo de dejar a mi peque de 16 meses en casa está empezando a parecer una rutina.

Se queda con su padre de mil amores. Yo la verdad es que me voy muy tranquila, no tengo dudas de que está perfectamente. Ya os conté que habíamos conseguido destetar por la noche, y poco a poco todo va cogiendo ritmo. De hecho, la otra noche incluso salí a tomar algo con unas amigas, y se quedó durmiendo con su padre, ¡sin despertarse en toda la noche!

Pero se hace difícil dejarle en casa. Le echo enormemente de menos. Se me hace complicado pasar algunos días sin verle.

Por otro lado, están mis peripecias con el sacaleches por Europa: en aeropuertos, baños de oficinas... Creo que además de mi lista sobre los sitios curiosos donde he dado pecho, voy a empezar otra sobre los sitios curiosos donde me he sacado leche... Y es que querer es poder. Y yo no quiero ni pienso dejarlo. Así que no me importa recorrerme Europa con el sacaleches en el bolso. Tampoco tener que decirle a mi jefe que me voy al baño un buen rato porque me toca vaciar... El otro día tenía un viaje de ida y vuelta en el día a una reunión con un cliente. Y se me ocurrió la genial idea de meter el sacaleches también en la maleta del portátil, por si acaso. Menos mal que lo hice, porque nos cancelaron el vuelo y tuvimos que pasar la noche allí. No tenía ropa interior ni cepillo de dientes, pero sí el sacaleches :D

En fin, nunca pensé que acabaría así. Es una sensación extraña...

Besos desde la jungla (esta vez en tránsito :))

domingo, 1 de septiembre de 2013

Carrera de patitos de goma por la Ria de Bilbao!

En Bilbao tenía que ser. La primera carrera de patitos de goma será el 13 de octubre en la Ría de Bilbao. Y todo por una buena causa, de la mano del WOP. Nosotros ya tenemos nuestros patitos. Uno para cada uno, a ver quién gana.


 Ya os he hablado aquí mas veces del Walk On Project (si no habéis visto aun su flashmob no lo dudéis y pinchad aquí. Prometo piel de gallina ;) ) Me encanta su trabajo porque están explotando al máximo todas las posibilidades: conciertos, actividades, merchandising... Todo para obtener fondos para el estudio de las enfermedades neurodegenerativas. Se trata de conseguir dinero para investigación, pero lo están haciendo con iniciativas divertidas y curiosas, como esta carrera. Y yo estoy encantada de participar en ellas y de darles publicidad desde aquí.

Lo dicho, ya tenemos nuestros patos. Bueno, nuestros tickets; os cuento. El día de la carrera, un camión de bomberos echará los patitos a la ría por nosotros. Cada patito tiene un geolocalizador con nuestro numero, y a través de internet podremos saber en todo momento donde esta nuestro pato en la carrera. Así que los que no podáis acercaros hasta Bilbao para animar a vuestro pato en persona, no os preocupéis porque podréis controlarle en tiempo real a través de una aplicación online.

Así que no tenéis excusa para no participar en la carrera. Podéis comprar los tickets por Internet, a través de comercios, la caja de ahorros BBK y www.wopato.com. Son cinco euros por cada patito, y puede ser una buena idea incluso para hacer un regalo.

Estos días durante las fiestas de Bilbao han tenido un puesto en el mismo centro de la fiesta, por lo que han conseguido una gran difusión en la ciudad. Pero yo estoy convencida de que todo el mundo puede apuntarse a esta iniciativa tan bonita. ¿Me ayudáis a difundirla?

Besos desde la jungla

miércoles, 22 de mayo de 2013

Carta a mi matrona. Gracias, María

Hola María,

No sé por dónde empezar esta carta, porque se me acumulan las palabras.

Lo primero de todo, déjame presentarme. Soy amatxu de un peque precioso, que nació en tus manos hace algo más de un año, una noche de Semana Santa.

Cuando salimos para bajar a planta, le deseaste que fuera muy feliz, con un beso en la frente. Empujaron la camilla y no me salieron las palabras para darte las gracias, por todo lo que hiciste por mi hijo, por mi marido y por mí. Por eso por fin me he decidido a enviarte esta carta más de un año después, porque hoy por fin te he localizado para que puedas recibirla.

Como bien sabes, esta es la Semana Mundial del Parto Respetado. He estado pensando qué escribir al respecto en mi minúsculo blog. Y hablando de partos respetados, me he acordado del mío, y del maravilloso recuerdo que tengo de él. Y cuando recuerdo mi parto, me acuerdo de ti, y en aquel "gracias" que no te dije desde la camilla. No sé si eres consciente de que me permitiste tener el parto que yo quería pero que no me atreví a llevar a cabo. Me diste la fuerza y me arropaste, para que creyera en mí. Te quedaste con nosotros todo el proceso, apenas  te fuiste unos minutos en aquellas horas. Me diste seguridad y tranquilidad. Le ofreciste a mi marido una experiencia que no podía imaginarse.

Cuando tú llegaste, yo estaba ya cerca del final de la dilatación. Había estado dos días con contracciones de parto en casa, sin dormir ni comer. Estaba agotada y había accedido a ponerme la epidural a pesar de desear un parto sin anestesia. Me habían puesto oxitocina por protocolo (porque la dilatación iba a buen ritmo y no hacía ninguna falta; de hecho, yo creo que no hizo nada), y me habían roto la bolsa. Todo lo que yo quería evitar con un plan de parto que al final no hice. Pensaba que llegado el momento, podría hablarlo con mi matrona. Pero la realidad era que yo estaba agotada para negociar y para creer en mí.

Cuando llegaste, te paraste a escucharme. Me ayudaste con la pelota, con los miles de cables que se anclaban a mi tripa. Me defendiste bajando la luz, ayudándome a encontrar la mejor postura para empujar. Me ayudaste durante algunas horas a gritar al empujar, a sentir las contracciones a pesar de la epidural. Me diste fuerzas para conseguir que mi hijo naciera con dos matronas y sin complicaciones, a pesar de que por algún motivo se resistía a bajar. Y después de tener por fin a mi hijo en mi pecho, me cosiste la herida con paciencia.

El trabajo que tú haces, es el camino hacia los partos respetados. Sabes de sobra que en los hospitales como en el que tú trabajas aún queda mucho camino por recorrer, con otras compañeras tuyas, con los ginecólogos, obstetras, enfermeras y demás profesionales. Y también con las que van a dar a luz, porque si nosotras no exigimos, no recibiremos. Pero gracias a personas como tú, estamos en el buen camino, y llegaremos pronto.

Cuando pensé que podía escribirte esta carta como homenaje anónimo desde mi blog, creí que era injusto que no pudieras leerla. Así que te busqué, porque recordaba perfectamente el nombre y apellido que llevabas en tu bata. Al encontrarte por fin me he emocionado, por poder decirte por fin “gracias” por traer al mundo a mi hijo de la manera que yo deseaba.

¡¡Mil gracias María!! Sigue por favor haciendo lo que haces, porque tú tienes la llave para llevarnos a las mujeres al camino de los partos respetados. ¡¡Mucho ánimo!!

¡Un abrazo!

viernes, 17 de mayo de 2013

Vacunas de pago, ¿sí o no?

En mi profesión es imprescindible poseer eso que se conoce como "buen criterio". El criterio está compuesto por una buena dosis de conocimiento, y otra de experiencia. Con criterio, se proponen cosas adecuadas y se toman las decisiones correctas.

Ponerle o no ponerle vacunas a mi hijo es una decisión que debe tomarse con criterio (médico, se entiende). Y el problema es que, yo, como el 99,99% de las madres y padres, no lo tengo. Y esa falta de criterio es la que me tiene dándole vueltas a la cabeza estos días, sobre si ponerle o no la vacuna de la varicela al Gorila.

Que quede claro en primer lugar que no cuestiono las vacunas que ofrece la Seguridad Social en su calendario vacunal. Creo que es un calendario de mínimos, como dicen muchos expertos, y que su uso previene las enfermedades directamente a nuestros hijos y también la transmisión a la población. Estoy hablando de estas vacunas "extra" que nos ofrecen a los padres en la consulta del pediatra, y que todas juntas ascienden a una cantidad superior a los 600 euros.

Ahora quiero confirmar que no cuestiono estas vacunas porque sean caras; nos gastamos el dinero en miles de trastos para bebés que valen mucho más y no nos quejamos lo más mínimo  Mi duda viene alrededor de la industria farmacéutica, que hace negocio con nuestra salud; tener criterio para saber hasta que punto hacen precisamente eso, negocio, en vez de salud.

Durante mis clases preparto  el que ahora es el pediatra de mi hijo nos preparó unas charlas para mamás primerizas que fueron muy clarificadoras. Uno de los temas fue precisamente la vacunación. Supongo que me hubiera gustado dejarme influir por su opinión, pero no nos la dio. Tampoco lo ha hecho las veces que se lo he preguntado en las revisiones periódicas  Se ha limitado a ofrecerme datos que apoyan tanto la teoría de darselas a sus hijos como de no ponerselas. Esto hace que quienes tenemos que tomar la decisión seamos nosotros, pero con criterio nulo. Decisión que atañe a la salud de nuestros hijos.

Por un lado, están los que se posicionan en contra de las vacunas en general, movimiento, por cierto, muy extendido últimamente. Alegan que el sistema inmunológico de los bebés y niños puede no ser suficientemente maduro para luchar contra las vacunas, y que estas se han convertido en un negocio para las farmacéuticas, que se llenan los bolsillos con los miles de niños que se vacunan cada año. Mi pediatra nos decía que hay vacunas que abarcan muy pocas cepas de una enfermedad, o cepas que no se desarrollan habitualmente en nuestro país, por lo que son menos eficaces de lo que nos quieren hacer creer (aunque tampoco significa que sean ineficaces).

Tampoco podemos perder de vista que la decisión del calendario vacunal responde a criterios de salud pública, y no de la salud individual de nuestros hijos - tanto para lo bueno como para lo malo. Hay vacunas con posibles efectos adversos que, aunque menores que la propia enfermedad, pueden traer alguna incomodidad. También hay vacunas que no se administran de forma generalizada porque no hay suficiente financiación, o porque se considera más barato resolver la enfermedad cuando se complica que suministrar la vacuna a todos los niños.

También, nuestro pediatra nos comentaba que, en general, a los niños que van a la guardería se vacuna más, porque se creen más expuestos a la enfermedades. Esto ha llevado en algunos casos a que la incidencia de algunas enfermedades sea mayor en niños que no van a la guardería, por el simple hecho de que no se les vacuna porque se les cree "más protegidos".

Al final, nosotros hemos tomado una decisión diferente para cada vacuna "extra". Hemos analizado, con ayuda del pediatra, la historia de la vacuna, las cepas de las cuales protege, los posibles efectos secundarios, la inclusión en otros calendarios vacunales, etc. Ya tomamos la decisión frente a la vacuna del rotavirus y frente a la del neumococo. Ahora toca informarse y decidir frente a la de la varicela. Ya os contaré nuestras conclusiones si os apetece- o quizá os apetezca crearos vuestro propio criterio...

Besos desde la jungla

domingo, 5 de mayo de 2013

Feliz Día de la Madre

Ya que este es un blog maternal, algo debería decir hoy, que es el día de la Madre. Sin embargo, hoy la musa no me ha venido a ver, y no me salen las palabras. 

Hoy me acuerdo de mi peque, lo primero. Hace un poquito mas de un año que me enseñó lo que es ser amatxu. El año pasado, que apenas tenía tres semanas, estaba tan inmersa en la vorágine del recién nacido que apenas fui consciente del dia.

También me acuerdo de mi madre, y de su madre. Ahora que yo soy amatxu agradezco ese cariño y paciencia infinitas, que no sólo me dieron, sino en la que me educaron para dársela a mi hijo. 

Hoy también me acuerdo de mi suegra, y pienso en las diferencias entre madres de hijos y madres de hijas. En mi casa todo han sido niñas hasta la llegada de mi hijo, y me da que pensar.

Me acuerdo de una conocida, que fue madre ayer mismo, y pasa su día de la madre en el hospital con su niña en brazos.

Me acuerdo de otras madres, con las que tengo tan poco en común en cuanto a crianza, pero cuyos hijos crecen igual de felices. Me acuerdo de las madres que sigo a través de sus blogs, con quienes tengo mucho en común y comparto su día a día, y a las que ni siquiera conozco en persona.

Me acuerdo de las madres que viven en otros lugares, que no pueden dar a sus hijos todo lo que saben que es bueno para ellos, incluso lo mas básico.

Me acuerdo de amigas y conocidas que serán madres en breve, con embarazos a punto de concluir o recién empezados, primerizas o alguna incluso esperando a su cuarto hijo, con la ilusión de la espera, o con sus incomodidades también.

Me acuerdo de las que quisieran ser madres pero no pueden serlo, por muy diferentes motivos. 

A todas de las que me he acordado, y a las que me he dejado también, ¡Felicidades! 

jueves, 2 de mayo de 2013

El Gorila equilibrista - aprendiendo a andar

El Gorila está estos dias avanzando mucho en sus equlibrios. Ya queda menos para que llegue el día que ande por si mismo. De momento, practica donde le parece, cuanto más dificil mejor.

Paso 1: ponerse de rodillas en el carrito de los juguetes

Paso 2: ponerse de pie apoyándose en el carro

Paso 3: coger un juguete con una mano

Paso 4: hacer equilibrios de pie, con una mano en el carro que se mueve, y otra agarrando el juguete

Paso 5: estudiar la situación detenidamente

Paso 6: tirarse al suelo mediante el procedimiento del culetazo

Paso 7: volver a empezar

Y aunque os parezca mentira, lo ha repetido unas cuantas veces y ¡todavia no se la ha dado!

lunes, 29 de abril de 2013

Una y no mas

Hace bien poquito volvimos de un fin de semana en una casa rural con unos amigos. El lugar era hiperconocido por nosotros, ya que de "solteros", hemos estado por allí unas cuantas veces. Esta era la primera vez que íbamos con los peques. 

El resultado no ha podido ser mas desastroso, por lo menos para nosotros. Había parejas sin hijos, y parejas con hijos, a priori encantadas de estar juntas y respetando las primeras las necesidades inevitables de las segundas. Y hasta ahí todo perfecto. Pero, ¿qué pasa cuando una pareja con hijos se pasa al bando de los que no lo tienen?

La primera noche fue todo bien. Cenamos todos juntos, un poco tarde, eso sí. Los bebes, todos en la cama controlados con los intercomunicadores, mientras los padres cenábamos y charlábamos en el salón.

La segunda noche alguien propuso ir a cenar a un txoko al que siempre solíamos ir. Evidentemente, eso nos complicaba un poco la logística a los padres, pero como nunca llueve a gusto de todos, no pusimos muchas pegas. 

Una pareja decidió no ir. Su bebé no dormía bien y preferían meterle a la cama, como de costumbre. Así que sólo quedábamos una pareja con un bebé de tres meses, y nosotros. Aita Gorila y yo habíamos llegado al acuerdo de que después de cenar él se llevaría al peque a casa para que yo pudiera quedarme un rato a tomarme una copa con los amigos.
Los peques se habían quedado dormidos en sus carritos y cenamos tranquilamente. Pero el Gorila, para no perder la costumbre, se despertó enseguida. Aprovechamos para el avituallamiento nocturno, y su padre dijo que se lo llevaba a casa.

Las horas ya empezaron a hacerse intempestivas, y el txoko se convirtió en una discoteca, con la música a tope, y el bebé de tres meses en su capazo. 

Yo me retiré un poco mas tarde; a las cinco de la mañana llegó el bebé con sus tíos  Dormido, eso sí. Sus padres aún más tarde. Aunque a las ocho de la mañana tocaron diana todos los bebes, como de costumbre.

Después de esta historieta, hemos decidido que una y no mas. Me temo que los fines de semana con estos amigos llegaron a su fin. Yo soy la primera que cree que cada uno debe hacer lo que considere mejor para la educación de sus hijos, pero no puedo estar cómoda con alguien de quien estoy tan lejos. No soy capaz de explicar el motivo, pero este plan no me ha gustado, y, mi cuerpo me dice que si pretenden hacer otro fin de semana rural, no cuenten con nosotros.

¿Y vosotras? ¿Os habéis sentido alguna vez muy lejos de algunos amigos "de toda la vida" después de tener hijos?

domingo, 21 de abril de 2013

Crianza "Receptiva"

Una de las cosas que nadie me dijo antes de ser madre, y que he aprendido a base de experiencia, es que los bebes, en su camino hacia la madurez, pasan por etapas cambiantes: lo que un dia les encanta al siguiente les asusta, y lo que antes no soportaban de repente les divierte.

Desde el dia en que nacen. Yo muchas veces les digo a los papas recientes que al volver a casa del hospital con su recien nacido todo es un poco caótico. Hasta que de repente un dia, le coges el truco y las piezas empiezan a encajar: las tomas, los horarios, las triquiñuelas para dormirle...

Lo que me suelo guardar para mí es que, cuando ya por fin le has pillado el truco y te acomodas, el peque cambia el paso y tienes que adaptarte otra vez.


Recuerdo que hasta los ocho meses el Gorila iba encantado a todas partes, se quedaba tranquilo en su silla en cualquier lugar: bares, tiendas, restaurantes... Nunca tuvimos ninguna escena. Hasta el dia D, que como podeis suponer coincidió con un día importante, el día que una gran amiga que vive en otro país vino a visitarnos y a conocerle. Ese día, tuvimos una situación un poco bochornosa, por encontrarnos de golpe con un comportamiento que no esperábamos, y por tener que resolverlo además delante de otras personas, que siempre da mas apuro. Nosotros, padres novatos, no veiamos que el niño estaba pidiendo simplemente estar con los mayores, en la mesa.

Hace bien poco, el Programa Padre que tan buenos resultados nos habia dado durante unos meses para llevar al peque a dormir, ha quedado interrumpido hasta próximo aviso. No hay manera de que el Gorila vaya a dormir por las noches con su padre. Este cambio lo intuimos rapido, claro: unos cuantos berrinches varias noches seguidas teniendo que entrar Ama al rescate. Ya ni siquiera lo intentamos.

El término "crianza con apego" describe muy bien nuestra forma de crecer con nuestro hijo. Pero para mi, debería ser algo asi cómo "crianza receptiva con apego". Lo verdaderamente dificil no es colechar, atenderle cuando llora o portearle para llevarle cerca. Lo complicado es ser receptivo a las necesidades del niño en cada momento; ver qué necesita, por qué, qué le mueve a hacer las cosas. Entender por qué llora, se enfada o se frustra; por qué se siente satisfecho o sonríe. Saber adaptarse al niño, darle en cada momento lo que nos demanda y lo que necesita. El apego sólo es el medio con el que se hace, pero no el fin.

Ojala pudiera terminar esta entrada con una solución, pero lo único que se me ocurre es recomendar prudencia y receptividad ante los comportamientos de nuestros hijos. Todo lo que hacen es muy sencillo y siempre tiene un porqué, aunque no sepan explicarnoslo. A los padres sólo nos queda estar pendientes de ellos y tener algo de intuición y mucha mano izquierda para saber lo que verdaderamente necesitan.